martes, 16 de marzo de 2010


Soles de artificio

Las luces de la ciudad se encendían, el sol ya había descendido, entrada la oscuridad algunos autos la recorrían indiferentes al murmullo del tiempo, los faroles de los autos parecían luceros que iluminaban su cielo mas lejano acercándolos a sus ansias, las estrellas que veía eran esas y al compás del caminar, su minifalda bamboleaba al ritmo del taconeo. Una bandolera contenía sus sueños intactos y un pañuelo bordado con aroma a tiempo lejano la acompañaba. Cuando el alba se anunciaba, se dormía con sus soles, no había encontrado todavía la mañana.

Civetta

No hay comentarios:

Publicar un comentario